LA BELLA Y PARADISÍACA ISLA DE OMETEPE

LA ISLA DE OMETEPE:

Con sus dos volcanes, que asemejan los pechos dormidos de la madre Tierra. Brotando entre las aguas azules del Gran lago de Nicaragua, con su cintura de tierra fértil, verde esplendor de antaño, en donde los indios del cacique Nicaragua, enterraban a sus muertos, metidos en tinajas de barro; adornados con sus enseres y sortijas, para que en el más allá no les faltara nada; en este lugar, se encuentra la bella y paradisíaca Isla de Ometepe, de doscientos setenta kilómetros cuadrados y una población de treinta y cinco mil habitantes.

      Quien la conoce por primera vez, se queda prendido para siempre, de sus bellos paisajes, de la calidad humana de sus habitantes y por supuesto de los ricos y deliciosos platos de mojarras y guapotes; peces que emanan de sus aguas dulces y azules.

      Conocer la Isla es un privilegio turístico de primera calidad; donde lo natural y exótico se mezclan, para llevarse en la retina, uno de los más bellos paisajes de la Tierra.

      Además de su belleza natural, Ometepe es un oasis de paz, en donde el turista se desliga de su vida agitada, para meterse en un mundo tranquilo, de sueños y fantasías, ante el embrujo de sus dos hermosos volcanes: "El Concepción" y "El Maderas"; ambos enroscados en las aguas azules del gran lago.